Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 14 de julio de 2017

"Eres tú, no soy yo" Parte VIII


Viernes de Relatos

Sin respuesta...

En el calendario quedan cinco meses para la boda. Atiendo lo que me corresponde a mí, sólo a mí, lejos de la presencia de Octavio, quien insiste en buscar recortes o promociones. En este momento, me deshago de esas ideas de ahorro y me dispongo a gastar lo que sea necesario para lucir despampanante el día de mi boda. 

- Ese vestido te queda increíble - dice mi amiga mientras salgo del vestidor. La modista se acerca para contarme los pormenores de elegir dicho vestido y los ajustes que se tendrían que hacer.

- ¿Crees que este sea mi vestido? - pregunto un tanto insegura.

- Totalmente - afirma ella mientras me sonrío contentísima - Es una lástima que lo uses para casarte con Octavio - dicho esto mi sonrisa se borra y frunzo el ceño con la intención de soltarle un golpe en la cara. La modista abre los ojos de tremendo tamaño y nos mira a las dos titubeando si debiera apaciguar el enojo que despierta dentro de mí y que mi amiga ni siquiera es capaz de notar. 

 Mi amiga no para de echarme en cara el disgusto que tiene. Ni un día repara sobre lo que dice y continúa con desdén sus discursos que me molestan. Trato de decirle que se detenga, pero no me escucha. Me siento abandonada por mi mejor amiga en esta etapa que se supone debiera ser de alegría y complicidad.

Me quedo callada y bajo la cabeza para mirar el borde de mi vestido, que por milímetros no roza con el suelo. El descubrimiento de tanta tela blanca sobre mí me hace caer en cuenta de lo que estoy haciendo. Me voy a casar. Me voy a casar con Octavio. Un susto repentino me eriza la piel. Busco a mi amiga, a ver si lo ha notado, pero ella está en otro asunto. Está recargada sobre una vitrina que muestra accesorios para el cabello y el velo.

Ahora me miro en el espejo. Aunque mi cabello luce algo desgreñado, y mis zapatos de tacón no son los que usaré en la fiesta; mi imagen convertida en una dulce y romántica novia es la evidencia que obtengo del rumbo que estoy tomando. De pronto me petrifico frente a mi reflejo.

Antonio... si pudieras verme ahora, ¿qué me dirías?



*No te pierdas la continuación en el próximo ¡¡Viernes de Relatos!!



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