Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 31 de julio de 2015

Fíjate en mí (5o. Parte)


Viernes de Relatos


- ¿Tacos?

Marisol seguía sin creerse mi historia. Vaya que ahora parecen los tacos un alimento prohibido.

- ¿Y él te dio un chicle?

Ahora su atención conmigo parecía descortesía.

- ¡Obvio no te besó!

Y yo que creía que era por otra cosa, algo más relevante, como que tal vez podía no gustarle.

- Fue todo en conjunto.

Eso explicó cuando le objeté con mi conclusión. Por lo visto, la culpa había sido de mi ocurrencia de los tacos, posiblemente también de mi poca gracia femenina para dominar el arte del taco y el refresco en la banqueta y mi aliento poco sensual para despedirlo a la puerta de mi casa. Nada tenía que ver la posibilidad de que yo no lo gustase. No, si no me había besado fue por todo eso. Y todo eso era mi responsabilidad.

- Tendrás suerte si se anima a salir contigo otra vez.

Las dos nos quedamos calladas meditando en la cafetería del colegio. Nada se le ocurría a ella para aminorar tanta gravedad. A mí no me parecía para tanto. Digo, si me hubiera querido besar de verdad, no creo que aquello lo hubiera estropeado... ¿O acaso sí era posible que me hubiera equivocado a ese nivel? Sin saber qué pensar, me quedé suspirando con mi cabeza apoyada en mis manos. Marisol sólo me echaba de repente miradas culposas y luego se quedaba mirando al vacío en busca de otro plan.

En eso lo vimos cruzar la cafetería para dirigirse a su entrenamiento. Nuestros ojos se clavaron en él e intensa fue la sensación de acoso que le provocamos, por lo que rápido nos miró. Quise hacerme la desentendida, pero Marisol ya tenía tramado qué hacer y no disimuló.

- Oye, le he quedado mal a mi amiga. Quería salir hoy y he hecho otros planes. ¿Será que tú puedes entretenerla? Sino se irá a casa a ver televisión y eso no estaría bien. ¿Qué opinas?

¡¡MARRRIISSSOOOLL!! Me ruboricé más rápido que lo que ella tardó en inventarse semejante tontería. Él me miró y yo lo miré por un segundo, al menos eso creo, la verdad es que yo tenía la mente puesta en atinarle al tobillo de Marisol para darle un golpe con mi pie por debajo de la mesa.

- Está bien. El viernes es para salir y no quedarse en casa. ¿Cierto? - dijo él y Marisol compartió su planteamiento afirmando con su cabeza. - ¿Vienes a verme al entrenamiento? Estoy seguro de que encontraremos algo qué hacer después de éste.

Marisol le agradeció mientras se despedía y se marchó. Me dejó ahí muy quieta, tanto, que él tuvo que acercarse a tomarme del brazo para indicarme que le acompañara. Así lo hice muy obediente.

Mientras le miraba entrenar, caí en cuenta. Tendría mi segunda cita con él.



**No te pierdas la continuación en el siguiente ¡¡¡ "Viernes de Relatos" !!!


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