Hemos hablado de este tema: engancharse.
Hemos dicho cómo hacerle para no engancharse y no desequilibrar la
paz y la armonía interna debido a discusiones. Eso de que unos lanzan una
piedra y esperan que les regreses otra más grande y así sucesivamente. Engancharse
no lleva a nada bueno. Se pierden cosas importantes, las relaciones se
friccionan y queda un mal sabor de boca.
Pero es que... ¡Qué fácil es engancharse!
Si nos hemos propuesto de caer en esto desde el tiempo que
llevamos analizando este tema, de repente se nos olvida lo fácil que era
engancharse. Conocemos un extraño y ¡zaz! Vemos la situación como una película
en cámara lenta y es como si de repente, pudiéramos saber lo que le hará
engancharse y sucede. El otro se engancha de volada y nos lanza esa primera
piedra, ansiando que nos dé duro, que nos pegue, que nos lastime, para ver qué
le echamos de regreso. A ver si de casualidad logramos hacerlo mejor que él.
Claro que si hemos aprendido el arte de no engancharnos no pasará,
porque de entrada no le hemos dado el poder a sus palabras. Así que su discurso
provocador se desvanece en el camino y no llega ni a rozarnos. Pero como
cotidianamente esto lo hemos limpiado en nuestro entorno cercano, cuando un
nuevo miembro de fuera aparece, nos hace reconocer y recordar lo fácil que es
engancharse.
Vaya... eso de engancharse es una práctica demasiado común.
Pero creo que si tenemos claro lo poderoso que es no hacerlo, no
lo haremos aunque nos sorprenda revivirlo. Las personas que no practican este
arte se defienden dibujando sablazos en el aire, desenvainando la espada a la
menor inseguridad. Esas batallas se pierden rápido si con esa actitud las
enfrentan. Hablan por hablar, dicen por decir, pero si nos enteramos de que eso
va la batalla... y no le das poder a aquello, no te podrán lastimar.
Engancharse. De verdad es tan fácil. Como siempre, lo que requiere
esfuerzo es lo que vale la pena para nuestro crecimiento, por ende, no
engancharse es el camino. Porque eso es lo difícil, pero más sano por hacer.
Disfruten de este inicio de semana y... ¡no se enganchen!
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