Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
domingo, 19 de julio de 2015
Un "sí" lo echa a perder
Supuestamente tenemos reglas. Códigos, normas, principios... el nombre que queramos ponerles. Estos supuestos postulados evitan que hagamos lo que nos parece incorrecto. Cuando la situación se presenta, decimos "no" y ya está, se acabó. Simplemente no proseguimos y damos la vuelta hacia otro lado para seguir nuestro camino.
Sin embargo... ¿qué pasa cuando decimos "sí"?
La tentación es grande. Se presenta seguido. Pareciera que entre más te cuesta mantenerte en el "no", más ocasiones aparecen para seducirte a que digas "sí".
Ese "sí" se antoja. Sabemos que sabe delicioso, pero que al día siguiente nos provocará un sentimiento de incomodidad y culpa que no podremos con él. Pero en ese instante de prueba: ¡qué suculento se aprecia! ¿Por qué no decir "sí"? Sólo esta ocasión... sólo una vez... la siguiente ya no... sólo para ver qué se siente... es poca cosa... prometo no hacerlo después de eso...
Vaya... es duro.
El asunto es que cuando decimos "sí" por más mini que parezca el vocablo. Esas dos letras marcan la diferencia. Porque con ellas se abre la puerta que no queríamos cruzar en primer lugar. Y luego todo se echa a perder.
Puede ser que la abras, entres y te salgas y la vuelvas a cerrar. Pero la próxima vez, si vuelves a abrirla, no será tan fácil salir. Ya has estado ahí... y si dijiste una vez que sí, es que te llamó la atención lo suficiente como para... por qué no... ir una segunda vez. Ceder la primera vez y enmendarnos requiere cierto trabajo. Ceder dos veces y enmendarse, requiere más. No se diga de la tercer vez y de la cuarta. Incluso poco a poco se deja de tener presente el "no" que alguna vez nos fue difícil decir. Esa regla, norma, principio o lo que sea, se vuelve tan flexible, que deja de existir. Entonces ya no es algo que te provoque culpa, al contrario, se vuelve parte de ti y lo aceptas.
Decir "no" es retador. Los valientes lo hacen cuando se saben a prueba de ir contra lo que son. Mucho valor, mucha conciencia, mucha sabiduría. Procuremos tenerlas. Si creemos que el primer "sí" fue fácil de vencer, imaginemos lo que será cuando hayamos cruzado la raya, porque puede ser que nos guste y entonces no lo dejaremos tan fácilmente la próxima vez.
Y de todo podemos ser tentados: decir una mentira, engañar a alguien, robarse algo, ser infiel, infringir una norma, llegar tarde, pelearte con alguien, faltar al respeto... ¿qué reglas nos hemos puesto?
Un "sí" puede echarlo a perder. Mantengámonos leales a lo que hemos decidido ser.
¡¡¡Que tengan un lindo inicio de semana!!!
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