Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 5 de febrero de 2016

"Mesa para una" 8o. Parte



Viernes de Relatos


Andrés resultó bromista y buen conversador. En la comida fue él quien ordenó la especialidad de la casa y lo que, según su parecer, era obligación de mi parte degustar. Yo, obediente, probé cada una de sus sugerencias y encantada descubrí su buen gusto.

- Una lista. - reflexionó entre un bocado y otro - Es un trato interesante. ¿Y cómo te ha resultado hasta ahora?

- Muy divertido, aunque confieso que al inicio me pareció una terrible idea.

- Vamos, no puede ser tan malo.

- ¡Claro que sí! Cuando llegué al restaurante me congelé y tuve que salir corriendo de ahí. Y ni se diga de cuando mi hermosa perrita estuvo a punto de perder la vida en una pelea callejera. - Andrés me echó una mirada incrédula - Está bien, lo reconozco... estoy exagerando. Pero sí me puso nerviosa...

Andrés me escuchó atento y se rió de mis chistes y ocurrencias. Le platiqué sobre mi trabajo, mi amiga y cómo antaño podía pasar las noches en la oficina. Con aquella lista de cosas que hacer, mi vida cambió y se me antojó interesante. La vida lejos de la computadora y el trabajo se volvió atractiva.

- Me parece entonces que este viaje debes llevarlo a otro nivel - sugirió adoptando su papel de anfitrión a lo que es la vida.

- ¿Y qué plan tienes en mente? - de pronto me descubrí negociando con un completo extraño. Mi conciencia estaba lista para evaluar la propuesta.

- Un que ya tenía elaborado para hoy. Ir a cenar con un par de amigos, con los que luego iré a bailar. ¿Te animas?

Desconfié un poco de mi osadía, tal vez unos cuantos límites me harían bien. Sin embargo, la sensación de la inhóspita aventura me invadió totalmente; así que acepté luego de insistirme un par de veces.

- Te llevo a tu hotel por si quieres cambiarte de ropa - me sorprendió tanta empatía - ¿Ah poco no son así las mujeres? Quieren estar vestidas para la ocasión.

- ¿Cómo lo sabes?

- Aún cuando las cosas no funcionaron, si algo aprendí de mi ex fue eso y otras cosas más...

Sin novia. El guapo Andrés no tenía novia. Casi como un reflejo inherente a mi estado condicionado a soltería involuntaria, proyecté una película mental en la que él se enamoraba de mí y yo de él y salíamos y nos divertíamos hasta hacernos una pareja.

- Entonces, ¿qué dices?

Esta tenía que ser una de esas oportunidades a las que se refería mi amiga. Mismos gustos, mismas pasiones, mismas actividades... ¡mi hombre podía ser Andrés! "La señora de Andrés" fue el título que adopté enseguida.

- Me parece bien. Acepto tu idea.

- Ya estamos entonces. - decretó - Estoy seguro de que la pasarás bien...

Entonces mi amiga interrumpió mi relato abruptamente.

- ¡¡¡Eso suena extremadamente comprometedor!!!

Me reí a carcajadas y aclaré: Espera, que hasta ese momento no había pasado nada... luego, pasó de todo.



**No te pierdas la continuación en el próximo "Viernes de Relatos"!!!!

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