Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 1 de septiembre de 2017

"Eres tú, no soy yo" Parte XIII


Viernes de Relatos

Como todas estas veces, la hemos pasado excelente. Todos los ingredientes de nuestro plan han sabido excelsos. Nada que cambiarle, absolutamente nada. Y como en todas estas veces, esa curiosa energía que me atrae hacia él, está presente. Innegable.

Estamos sentados en una banquita puesta en los alrededores de un quiosco del parque. Comemos un helado para variar.

- Vendrá David Garret a México. - dice tranquilamente saboreando su nieve de limón. Me encanta escuchar a David Garret y me sorprendo con la noticia. He estado tan ocupada con los planes de la boda que de ese acontecimiento no me he enterado.

- Quiero ir - declaro sin pensarlo mucho.

- Entiendo que el concierto está agendado en los días posteriores a tu boda - dice con un tanto de pesar. - Creo que si quieres ir, lo correcto sería invitar a Octavio como acompañante.

Sé lo que pasará si invito a Octavio. Dirá primero que él no escucha ese tipo de música, después hará bromas sobre su aspecto, porque como sabe que a mi gusto es extremadamente guapo y encantador, sentirá celos y querrá ubicarlo en algún plano donde no lo sienta absurdamente amenazante. Es en vano, él no irá, si quiero ir tendrá que ser sola o con... alguien... tal vez... Antonio.

- Vamos juntos. - digo en un brinco en mi asiento - Tú y yo, vamos juntos.

- Está programado en las fechas de tu, supongo, luna de miel.

Atada a ese insensato compromiso, me vuelvo en el asiento y me volteo compungida, dándole la espalda a la realidad que me acaba de topar en la cara. La voz de mi amiga se aparece en mi cabeza. Todas sus insistencias hacen eco en mis ideas. Su arrolladora propuesta de tirar el anillo en mi dedo y despedirme de Octavio se me antoja cada vez más. Antonio me mira de reojo y decide buscar mi mirada con sus ojos, se acerca un poco más y sostiene mi barbilla con sus dedos, apuntándome la cara hacia la suya. Yo le miro afligida, casi en el punto de llorar una lágrima de añoranza. Antonio me observa con detalle y torciendo la boca acompañada de un suspiro, me dice suavemente en un murmullo:

- Qué más quisiera yo, que ir contigo a ese y todos los conciertos que puedan haber.

En una peligrosa proximidad de su boca con la mía, quedo suspendida en una tensión que se intensifica más y más, hasta que él decide finalizarla alejándose en un movimiento abrupto de mí. Yo me muerdo las uñas de mis dedos mitigando la sensación de un deseo interrumpido.

Lo tengo claro. Es momento de hablar con Octavio.



**No te pierdas la continuación en el próximo ¡Viernes de Relatos!

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