Hiciste trampa al clavarte en mis recuerdos haciéndote del lenguaje de la música para que no te olvidara. Esta vez, en ese mismo lenguaje que bien te aprendí, escribo esto para ti...
Mientras él conducía llevándome a casa, apachurrado mi corazón de no poder corresponderle su sentir, me asomé por la ventana del coche. Era de noche y alcé la mirada al cielo oscuro pensando en ti. En la radio escuché la canción que abrió mis ojos y me despertó del trance. Yo quiero algo como eso... sólo como eso. Y las estrellas me sonrieron con buena fortuna, porque volviste a mi vida a vuelta de un correo escrito al vacío.
Reapareciste al son de un "tu ru ru, tu ru ru" y fuiste mi respuesta a la pregunta ¿Qué quiero?
Inevitable que los dos nos habláramos de amor como viejos conocidos. Eres mi luz, mi oscuridad, eres el miedo, y no me importó. No te percatabas del mundo que habías vuelto a la vida. Y yo sólo me preguntaba: ¿qué estás esperando?, porque sólo tú podías hacer arder a mi corazón, porque sólo tú podías amarme como tú lo haces (Love me like you do)
Seguimos andando el camino del reencuentro hasta que un día abandonamos el recuerdo para mirarnos a los ojos otra vez. Tú me encontraste con el cabello crecido y entaconada; yo te encontré aún más guapo que ayer. La magia me sorprendió de golpe, pues yo ya había declarado que a partir de entonces yo no quería a nadie aquí a mi lado. Pero contigo no podía detener aquello que ya estaba conmigo. Y tú podías decir lo que quisieras, pero tú me necesitabas, tenlo claro. Era todo como un huracán dentro de ti que va incendiando todo. Así que valiente alcé al viento una disculpa y "Perdona si te llamo amor" pero yo no lo decido. Y a partir de entonces te quedaste a mi lado.
Y así fue como tal vez Michael Bolton metió el dedo en la llaga, porque descubrí que ambos caminábamos en el mismo sentido. Esa vez me miraste y yo te contesté con un suspiro. Amé que el universo conspirara para abrazarnos. Y con alivio y esperanza te pregunté en silencio ¿dónde estabas?... y dejando de ser dos extraños bajo la luna, ocho años después, volvimos a enamorarnos y ser novios al compás de lo que unos y otros llaman "Destino o Casualidad".
Los días que nos fueron regalados los disfrutamos con intensidad. Contigo, la palabra amor por fin tuvo significado. Las anécdotas me arrancan carcajadas y el lío de aprender a vivir sola en tu compañía me ayudó a gozar la independencia. Un girasol acomodado en el borde de la ventana, espiaba a la calle buscando algo más que al sol... te esperaba a ti al llegar por la banqueta.
Una de esas veces, la luz de las velas atestiguó aquella cena. Iluminaron no sólo la oscura habitación, sino también nuestros corazones. La comida servida y las copas reflejando el tintinear de las llamas. Con una sonrisa me agradeciste el detalle y con una mirada nuestras almas se encontraron. "I want something just like this" te pillé murmurar al bajar tu mirada al plato y la canción dejó de escucharse al fondo para ser la voz que hablara por nosotros.
Entonces ocurrió lo que siempre ocurre: la vida. Te digo que lo sé y espero tú también. Sé que tengo mis problemas, pero tú también estás hecho un desastre. Quisiera que aparecieras y dijeras lo arrepentido que estás. Te imagino y pienso que tal vez te dijiste que no volverías, pero aquí estás otra vez. Estar contigo puede ser disfuncional, que no debería extrañarte, pero no te puedo dejar ir. Pero, porque pertenecemos el uno al otro y aún tienes un pedacito de mí, honestamente "Mi vida apesta sin ti" (My life would suck without you)
El recuento de los daños me hace añorar. Tú y yo somos de esos a los que apenas cuesta hablar. Y en el pasado nos enteramos que para olvidarnos haría falta un poco más. Y de repente apareciste casi no por casualidad y en ese instante todo volvió a comenzar... Y hoy, me has dejado de escribir y no quiero volver a perderte, acuérdate un poco de mí. Lo nuestro quedará por siempre, entre esas cosas que viví y a las que puedo llamar suerte. Hay que ver cómo nuestra vida se nos va. Y estoy cerca, de verdad, sólo me tienes que llamar. Y aunque estés muy lejos, yo velaré por ti aún más fuerte, porque no me apetece estar sin verte. Y por favor, no dejes de sonreír, espero poder volver a verte y por favor: confía en mí. Sabes que siempre, "Siempre estaré ahí".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario! Te leeré así como tú me lees