Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 18 de marzo de 2016

"Mesa para una" 12o. Parte


Viernes de Relatos


- Era de esperarse que ocurriera algo así - explica mi amiga como si tal cosa fuera lo obvio.

Me mantengo incrédula. No quiero pensar en la posibilidad de considerar una relación con Juan. 

Estar sola era una situación que me aterraba. Recuerdo mis primeros ensayos en la soledad y tiemblo de nervios. Antes era impensable ir de viaje sin compañía. Ahora planeo mi siguiente aventura ansiosa por saber qué sucederá.

- Pero, ¿te gusta Juan? - me pregunta mi amiga reorientando mis pensamientos.

- Al inicio me deslumbró, lo recuerdo. Pero una vez que me enteré de la novia lo descarté de inmediato. Ahora que somos amigos, no sé si sería buena idea andar de novios. No estoy dispuesta a dejar de hacer lo que me fascina porque a él no le gusta. - asevero con toda la confianza que puede existir en mí - Y tampoco estoy segura de que obligarle a hacerlo sólo por mí sea buena idea. 

- ¿Qué es eso que no le gusta hacer que a ti sí? - pareciera confiar que ahí radica la clave de mi problema.

Me preparo a contestar.

- Comer en ricos restaurantes.

Ella me mira escudriñándome con un gesto indeciso.

- Eso es algo que has omitido hacer, de hecho.

¿Comer en un rico restaurante? Hice memoria y encontré el episodio aquel en el que me paralicé frente a la entrada del restaurante. Me sentí tan chiquita frente aquellas puertas llenas de gente. No había poder humano que me hiciera sentarme a cenar.

- Ya cumplí con el resto de la lista, ¿es suficiente, no? - trato de negociar

- No - ella insiste en que debo completarla.

- Pero...

- Nada. Cena sola en tu restaurante favorito. - y sonriente con su veredicto procedió - luego hablaremos de qué hacer con Juan. Primero, lo primero.

Aún cuando el resto de la lista son logros conquistados, este pequeño asunto sin resolver parece remontarme a mis miedos más profundos. Perderse en el anonimato de otra ciudad es más fácil. Comer en la propia ciudad, en un lugar al que toda la gente acude acompañada y en un día en el que todos esperan que tengas con quien pasarla es misión imposible.

Cenar sola... maldita sea.



**No te pierdas la continuación en el próximo ¡¡¡"Viernes de Relatos"!!!


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