Viernes de Relatos
Declarado. Tras dos semanas de buscar. no hallamos a nadie que cumpla con el perfil al ciento por ciento.
¿Será que estoy destinada a no ir a la boda?
- Nada de no ir a la boda. Tienes que ir, ese punto ya lo teníamos resuelto - recuerda mi amiga intensamente.
En mi lista de amigos, conocidos y gente que ocasionalmente se aparece en mi vida, nadie cumple con el requisito. Así que con ánimo desesperado, miro a mi amiga, quien no deja de mirar su muro en Facebook, y le ruego así sin más: "¡¡Preséntame a alguien!!"
Mi amiga abre enormemente los ojos y me mira extrañada. Tal vez mi súplica no le ha parecido del todo buena idea.
- ¡A quién te voy a presentar con esas cualidades! Si conociera a alguien así probablemente sería su novia - se ríe sarcásticamente. - Tengo una mejor idea.
Entonces se devuelve a su celular y escribe rápidamente en su muro un aviso que llega al mío como notificación. Me apresuro a leerlo, ¿qué se le ha ocurrido a esta mujer?
Solicito acompañante para una boda. Indispensable ser guapo, criticón, brillar en sociedad, saber tratar a una reina, bailarín y sin expectativas de romance de ningún tipo.
A la mitad de un soponcio, descubro que la popularidad de mi amiga supera las dimensiones que yo imaginaba. Las respuestas a su solicitud aparecen una tras otra a tal velocidad, que es difícil seguir el ritmo en su lectura.
- ¡Qué fácil resultó esto! Aquí seguro encontramos a alguien para ti - se proclama la amiga más avispada del universo entero.
Me entusiasma la cantidad de opciones que existen. Nada mal. Doy clic en los perfiles que parecen más atractivos a mis ojos y husmeo un poco en sus álbumes de fotos. Le sonrío a mi amiga, en verdad el final de esta búsqueda se vislumbra cercano.
Sin embargo, cuando logro elegir dos opciones interesantes para mostrarle a ella, un comentario más aparece al final de la lista. Ambas miramos nuestro teléfono paralizadas al leer el nombre del autor del mensaje.
Una boda... ¿El acompañante es para ti o para alguien que conozco?
Es Pablo.
- ¡Pablo está en tu lista de amigos! - reclamo exasperada y con la pena pintando mi cara de rojo escarlata. - ¿No se te ocurrió evitar que él lo viera? ¡¿No se te ocurrió que él te asociaría conmigo sabiendo que eres mi mejor amiga?!
Nos quedamos en silencio mirándonos sin saber qué contestar, con los dedos sosteniendo con fuerza el aparato y amenazándonos por si acaso una comete una imprudencia.
No estamos obligadas a dar ninguna explicación.
No tenemos por qué responderle. Son demasiados mensajes los que aparecen. ¿Quién se toma el tiempo de contestarles a todos?
El mensaje de Pablo desazona mi triunfo de haber encontrado candidatos. Sus preguntas consiguen colarse en mi pecho y apretujar mi corazón. Siento un profundo hundimiento que me encara con la realidad.
¿A quién engaño?
Me siento triste.
**No te pierdas la continuación en el próximo "Viernes de Relatos"!!!!!!!
what a twist in the story!
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