Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 7 de noviembre de 2014

Los viernes soy soltera (5o. Parte)

Viernes de Relatos


- ¡¡¡Esta vez te luciste!!! - le dije a gritos de emoción a Mariana.

Estaba en casa, eran las tres de la mañana. Habíamos gastado muchas horas platicando hasta que nos corrieron del restaurante porque iban a cerrar. La plática había sido perfecta. Él, todo un galán. Caballeroso, apuesto, buen conversador, atento, interesante... ¡Todo lo que había querido encontrar luego de tantos tropezones en los últimos viernes! Pagó la cuenta... pagó la cuenta.

- Estoy encantada con él, ¿dónde lo tenías que no me habías dicho? - le pregunté a Mariana - Creo que tú serás quien gane esta contienda por sacarme de la soltería. ¡Le has dado al clavo!

Mariana permanecía en silencio al otro lado. Ni festejaba su logro ni me preguntaba detalles de lo ocurrido.

- ¿Mariana, estás ahí?

Tardó una pausa larga en contestar.

- Sí, aquí estoy.

Su silencio me desconcertó. Empecé a caminar alrededor de mi cama, sin ir a ningún lado. Harta por no recibir respuesta exigí una explicación.

- He hablado con él antes de que llamaras.

Ósea que Mariana ya tenía la versión de los hechos de la otra parte. Eso hacía más interesante la conversación.

- ¿¿¡¡¡Y qué te ha dicho!!!?? Cuéntamelo todo ahora mismo.

Otra vez el fastidioso silencio. ¡Vamos chica, ya suéltalo, he recibido peores noticias!

- Le has parecido una buena mujer. - explicó Mariana muy seria.

- No te sale mentir amiga, mejor dime la verdad de una vez por todas.

- No miento, le has parecido una buena mujer. Sólo que no le interesa tener nada más contigo. Apuesta a que eres una buena amiga...

Típico. Lo que me faltaba. Si no te gustan, les gustas; si te gustan, no les gustas. ¿No podría ser diferente? No basta con que una parte esté interesada, la otra también tiene que estarlo. Creo que empaticé por primera vez con los otros candidatos que habían desfilado las semanas anteriores. ¿Qué es lo que él pudo descartar de mí? Tal vez debí pagar la cuenta, mostrarme como una mujer moderna. Tal vez hablé demasiado de mi trabajo, debía hablar más de... ¿mi triste historia de amor que me tiene saliendo con extraños todos los viernes? Tal vez debí ser hablar menos, tal vez debí reír menos... ¿o más? Tal vez mi ropa... tal vez el maquillaje no me favorecía. El peinado no había sido perfecto, pero esperaba que me favoreciera. ¿Acaso comí demasiado y la cuenta fue exorbitante? No alcancé a mirar. Tal vez fui metiche al preguntarle por su vida personal.

¿Qué rayos hice mal? ¡Según yo soy un partidazo! ¿No lo ve? ¿NO LO VE?

- Amiga, no sé qué decirte. No me ha dado razones. Alguna impresión equivocada, quizás. ¿Quieres que le pregunte directamente?

- No tiene caso...

- Tal vez una segunda cita pueda resolver los malentendidos. Voy a agendarla con él...

- No, olvídalo. Es mejor así...




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