Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


domingo, 22 de marzo de 2015

Miedo a la Verdad


No sé que pasa que pareciera que le tenemos miedo a la verdad.

Nos gustaría saberla, tenerla en nuestras manos e incluso la buscamos cuando la hacemos de detectives. Cuando está allá afuera la anhelamos... cuando está dentro de nosotros la escondemos.

La verdad puede estar en nuestras manos. Esa verdad que nosotros conocemos, pero que para otros es desconocido. Ellos la están persiguiendo y nosotros nos la quedamos como un tesoro.

No me refiero a esos asuntos de la vida a los que podremos atrevernos a refutar diciendo que la verdad es relativa. No. A esos no. Me refiero a lo que construimos con nuestras propias manos. Esas cosas que son nuestras y que por ende son tan reales que conforman la verdad de nuestras vidas. Esas precisamente, son las que nos negamos a develar.

El caso más claro, que compete a todos los que han sido engañados una vez, es el que se deriva de pedir la verdad sobre los sentimientos de una persona hacia otra. ¿Por qué será tan difícil decir la verdad? El miedo a entristecer a otra persona, el miedo a perder el cariño de alguien, el miedo a lastimar... la verdad tendría que ser lo que saliera de respuesta cuando alguien la pide. Pero por alguna razón, las personas que la poseen le temen más que aquellas que la solicitan. No entienden que las heridas provocadas por la verdad son más fácilmente curadas, que las que surgen de la mentira y el engaño.

Sería más sencillo levantarse de una caída provocada por la verdad. Cuántas preguntas son seguidas constantemente de respuestas erráticas... ¿me amas? ¿te gusto? ¿lo harías? ¿cuento contigo? ¿estarás ahí? ¿puedo confiar en ti?... Si quienes poseen la verdad la compartieran, mucho se ahorrarían los que no la reciben.

Sin embargo, la verdad da miedo. Decirla, algo provoca. "No te amo" "No me gustas" "No lo haré" "No cuentes conmigo" "No, no estaré" "No confíes en mí". Lo que seguiría por parte del interlocutor es aceptar la verdad y tomarla. Lo cual inevitablemente hará con el paso del tiempo, porque por más que la verdad se esconda, brilla tanto que sale su luz y todos terminamos enterándonos de su existencia. Y la verdad reconforta a largo plazo. Así que es bueno escucharla para variar...

Por esto, la invitación de esta semana es compartir la verdad a las personas que se las debemos. ¿Les aterra? Vamos por buen camino... lo interesante en esta vida asusta, pero vale la pena hacerlo.

No ocultemos la verdad por miedo a lastimar. Se lastima más ocultándola.

¡¡¡ Les deseo un lindo inicio de semana !!!




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