Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
domingo, 1 de marzo de 2015
Las buenas personas y sus malas elecciones
He visto la película "Las ventajas de ser invisible" y ha contribuido a la profunda reflexión en la que he detenido mis pensamientos últimamente.
En la vida de este chico una pregunta ronda su cabeza: ¿Por qué las buenas personas eligen parejas equivocadas? Su profesor le contesta: "Aceptamos lo que creemos merecer".
Curioso y verdadero. No sé qué sucede con las buenas personas. Este perfil de ser humano pareciera tenerlo todo para tenerlo todo. Sin embargo, es quien menos se da cuenta de ello. Entre más buena persona, más cosas peores le suceden. Sobre todo y más que nada, en relación al tema de elegir pareja. Una buena persona se acompaña de una mala persona. Y... está bien. No le llamaremos "mala". Llamémosle "totalmente inconveniente para él o ella".
Esta persona "totalmente inconveniente" abusa de la otra, la engaña, le reclama, se aprovecha de la situación, incluso tiene tal seguridad y dominio de la mentira, que puede hacer creer a la buena persona de que la equivocada es ella. Las buenas personas quedan totalmente a su merced y a veces, tienen explosiones de coraje que las hacen exigir algo... su voz interna les sale de repente en un grito de ayuda, pero se apaga en cuanto la persona "totalmente inconveniente" empieza a ver su luz resplandecer. Le gusta verla apagada, porque le ciega la mirada. Así que procura que el asunto se calme para volver a tener a su merced a la buena persona. Y así ésta, se mantiene encapsulada en la ilusión y la esperanza que la caracterizan.
No es que las buenas personas sean tontas. No es eso, porque al contrario, entre las bondades que distinguen a las buenas personas se cuenta su inteligencia. Son tan grandiosas por dentro y por fuera, que no se les puede tachar de ingenuas. No es eso. Su corazón es tan tremendamente grande que su capacidad de amar es de igual tamaño. Y su mayor defecto desde esta perspectiva es justo ese: Saben Amar.
Precisamente en su capacidad de amar radica su elección. Porque amar en realidad es un acto fácil para ellas. Y les gusta amar al que no se sabe tan amado. Es como si quisieran compartir con ellas lo increíble que saben que es el amor y por eso no escatiman en brindárselo a quien más duda sobre su existencia. Eso pasa con las buenas personas, no es que carezcan de razón, sino que tienden a amar al más débil en una turbia elección de generosidad. ¡Y vaya que resulta! Porque el ser que no se siente tan amado, precisamente se sorprende de esta realidad y vuelve sus ojos a la buena persona. Claro que le gusta ser amado y trata de amar a la buena persona. Sólo que ésta no sabe cómo hacerlo y en ese bruto intento de corresponder, lo único que sucede es que la buena persona sale tremendamente lastimada de esta interacción.
Lo irónico es que la buena persona se mantiene ahí, pese a todo lo que la maltratan.... y entonces es que dudamos sobre su modus operandi.
Retomando la película y la respuesta del profesor: "Aceptamos lo que creemos merecer", entenderemos la otra cara de la moneda de esta situación de las buenas personas. Sucede que ellas son expertas para amar hacia afuera... pero se les dificulta amar hacia adentro. Están tan volcadas en dar, que eso de recibir de repente no cuenta. Y no es porque amar sea un acto condicionado a que si no recibes no das. Pero el amor de pareja supone ser de dos. Y en esta idea, la reciprocidad es importante. Y no sucede condicionada de inicio. No funciona como "hazme feliz y te elegiré". La dinámica ocurre tal cual la buena persona sabe iniciarla... amando al otro. Sólo que en una pareja continúa si la otra persona piensa, siente y actúa igual. Así la relación puede ser equitativa.
Las buenas personas aceptan poco y se sienten satisfechas con ello. Sus estándares son bajos y básicamente es sencillo cumplir los requisitos. No se han dado cuenta de que en su increíble y extraordinario corazón, son merecedores de alguien como ellos. Una buena persona merece una buena persona también. ¿Por qué no sucede? Porque las buenas personas están muy ocupadas salvando personas "totalmente inconvenientes para ellas".
Las buenas personas activas están rescatando gente por ahí. Las buenas personas pasivas, están soñando con el amor platónico sin participar de esas decisiones. Y para éstas últimas la historia puede cambiar, sólo se necesita voluntad y valor. Coraje en la vida, no del que brota del odio, sino del tipo que te hace mover montañas, del que te hace dueño de tu vida en vez de sólo dejarla pasar. ¡Ser parte de la vida, hacer tu vida!
Y para las buenas personas activas, sólo hace falta subir los estándares. No conformarse con lo que todos pueden hacer, sino que les demuestren que son como ellos. Que no se dejan ganar en el amor. Ahí radica la clave.
Termino con esta reflexión que les comparto con cariño, porque sé de algunas buenas personas allá afuera que inspiran esto que he escrito.
Y recuerda siempre: no hay personas malas ni personas que no valgan la pena... sólo no son para ti. Te deseo la sabiduría para entenderlo y actuar en consecuencia.
Deseándoles una buena semana, los dejo hasta el próximo domingo.
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