Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Sobreviviendo a Diciembre


Estas fechas decembrinas están puestas para sentirnos alegres y regocijarnos en las cosas trascendentales que tiene la vida: la familia y los amigos. Es gozar y consentirnos con aquellas cosillas que iluminan nuestra vida y nos hacen esforzarnos en ser mejores.

Sin embargo, la antesala para todo esto es bastante estresante. Las compras, el tráfico, el trabajo, los días de vacaciones, los días no feriados oficiales, el dinero, las escuelas y sus eventos con pastorelas y posadas, las cenas, las agendas saturadas, el aguinaldo ansiado, los regalos, las largas filas en las tiendas, los estacionamientos atiborrados y el caos que despierta las emociones que hacen explotar el desánimo y el estrés. Incluso se asoma en todo esto la depresión.

En diciembre, es fácil perder la paciencia. Tal vez sea esto lo que inspiró la creación del personaje: Grinch. Aquel monito verde dispuesto a arruinar la Navidad. Aunque sus motivos en la historia tienen que ver con la elección de alejarse de la gente porque se burlaban de él, es un hecho que en vez de ocurrir el trama en verano o una primavera cualquiera... lo hace en diciembre. Sí, diciembre es así de intenso y memorable.

Así que me imagino que esta época tienta a sacar el Grinch que todos llevamos dentro. O mejor aún, al Scrooge que ocultamos. Porque finalmente, contagiados por el estrés y el desánimo, podemos vernos convertidos en la contracorriente en este otro personaje que se encierra en su egoísmo y soberbia. Como sea, estos dos famosos personajes son etiquetas que nos quedan bien si no vivimos en paz estas fiestas decembrinas.

Tanta emoción por la Navidad debería fluir naturalmente, relajada y tranquila. Una preparación calmada y sin tanto embrollo. Esperanza y amor en el aire, que nos acomodaran bien sin tener que rehuirlas. Abrirnos por un rato conscientemente a la vida que tenemos y sonreír. Dejar de lado el alboroto caótico y volver al orden armonioso interior y exterior.

Finalmente lo lograremos, esperanzadamente, esa noche del 24 de diciembre. Estaría genial mantenerlo todo el mes... pero mientras eso ocurre... ¡ánimo! No dejes que nada robe tu paz y pon todo en su justa dimensión. No olvides lo importante y olvídate de lo superficial. Que reine la paz y la alegría en estos días.

Y como siempre, disfruta todo. No hay nada como encontrar en cada instante la oportunidad de sentirte vivo y gozar.

  

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