Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 13 de febrero de 2015

Te veo en ocho viernes (7o. Parte)


Viernes de Relatos

Toda la semana ha estado repleta de él. No es que le haya visto, no hace falta mirarlo frente a mí para descubrirlo. Detalles tontos, algo absurdos, y otros importantes, se han aparecido en las cosas que hago. Encuentra la manera de colarse entre mis pensamientos por sorpresa. Así invade mi espacio, ese en el que he decidido meditar y reflexionar. Porque creo que también yo debo hacerlo y me he dispuesto a tomar esta tarea seriamente. El problema ha sido ese: no me deja olvidarme por un instante de las emociones que me provocan los recuerdos, pues en esas nimiedades recobra su grandeza. ¿Cómo puedo ser objetiva?

El otro día por ejemplo, limpiando mi habitación, encontré una carta suya que escribió para mí. Pude no haber abierto el sobre y guardarme el contenido en el olvido. Pero el sólo leer mi nombre con su letra me estremeció la piel y lo abrí rápidamente. Quise repasar sus palabras escritas, como si pudiera revivir el pasado por un rato y tenerlo cerquita de mí. Podrán alegar que esto lo busqué, que de haber querido, hubiera podido evitarlo. Está bien, voy a concederle eso a los escépticos... pero tengo otro ejemplo. Su nombre. No es común. Y me persiguió durante un día completo. Al comprar el café anotaron el nombre de alguien en su vaso: era su nombre, pero no era él. En la calle, alguien gritó su nombre para llamar a otra persona a lo lejos. En el radio, alguien llamó a la estación para pedir una canción, era el suyo. En la televisión, un personaje llevaba su nombre. En un libro, que apenas inicié, el autor nombró así a su héroe. ¡Por qué! ¿Aún lo dudan? Está bien. Otro ejemplo, teníamos una canción. Una que hace mucho no se escucha popularmente pues ya pasó de moda. En el restaurante, la radio, la tienda de música... todo en un día... el colmo fue que alguien la tarareó, algo mal por cierto, al subirme al elevador.

Cosas absurdas...

En el radio, una locutora decidió hacer una profunda reflexión. ¿Se valen los "breaks"? Por qué no, se le ocurrió hablar sobre esas parejas que se dan un tiempo sin andar de novios para poder dilucidar sobre sus inquietudes e ilusiones. Tal vez es demasiada coincidencia... ha de ser un tema común.

Hoy, en mi habitación, no pude más que cerrar los ojos mientras apretaba mi almohada contra mi cuerpo imaginando que le abrazaba a él. El primer instante en que conseguí olvidarme de todo... menos de él para variar. Su cara, su risa, sus bromas, sus enojos, sus desplantes, su terquedad, su optimismo, su miedo, su coraje, su fortaleza... todas las palabras que le describen y entretejen su imagen en lo más profundo de mi corazón ahí estaban.

Se hizo el silencio. Abrí los ojos. Conmovida, una lágrima resbaló sobre mi mejilla.

Un viernes menos en esta cuenta regresiva. Falta poco, faltan dos viernes más.

Tacho este día en el calendario... ¿Querrás estar aquí conmigo, como yo te quiero a ti?


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