Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


viernes, 20 de febrero de 2015

Te veo en ocho viernes (8o. parte)



Viernes de Relatos


No sé cómo sobrevivir una semana más.

Me están matando estas ansias que florecen en mi pecho como electricidad, que encienden mis ganas de ahogarme en un grito que lleva tu nombre. Tengo tantas ganas de que ese día regreses a mis brazos, que me sueltes un beso en la mejilla como si nada hubiera pasado. Tengo tantos deseos de que me digas que nunca te fuiste, que siempre estuviste aquí para mí.

Sé que no es verdad. Hoy te vi. No ibas solo. Tus pasos se acompañaban de los pasos de ella. Tu mano llevaba la suya y de repente un abrazo tuyo le rodeó su esquelético cuerpo y su cabello ondulado oscuro se enredó con tu mano. Ella pasó sus dedos para zafarse de la trampa que pusiste alrededor de su cuello. Sacudió su cabello y se acomodó contra ti. Me paralizó la escena que contemplaron mis ojos nublados en la tristeza que sembraste tajantemente en esta espera.

Aún te concedo la duda. ¿Qué significa un abrazo? La torpeza del destino me entreabrió esta puerta que reniego en abrir. Llámenme ciega, no quiero ver. No quiero hacerlo porque no tengo claras las reglas de este juego. No quedamos en nada. Repaso incesante el discurso del primer viernes, de ese en el que nos prometimos espacio. Nada, no encuentro vestigios de promesas de encierro y soledad. Sin embargo, mirarte así ha matado algo de mi alma... una pequeña parte se siente indefensa, dolorida y frágil.

Fui tentada a correr tras de ti para echarte un reclamo acalorado y para arrancarle a ella el tesoro que me robó. La prudencia se asomó en lágrimas que derramaron mis ojos. Me quedé quietecita, solita, mirándote alejarte en el pasillo del centro comercial. Malditas ganas de ir a comprarme cualquier tontería para apagarme la ociosidad de pensar en ti y no llegar a nada. La culpa la tuvo mi iniciativa de consolarme saliendo de casa.

Y te concedo la duda. Sería peor no dártela. A veces los ojos nos engañan. Y si creen que soy tonta, no me importa. Alguna razón existe.... lo sé. Callo los rumores que mi amigo me confesó aquella comida. No me enamoré de un desgraciado, lo sé. Alguna razón debe haber.

Elijo prolongar el silencio que te prometí y apaciguar la tentación de acortar la distancia que me pediste. Falta una semana nada más. Podré esperar tu respuesta, que conllevará una explicación al respecto. Puedo hacerlo... ya llevo mucho tiempo esperando por ti. Puedo hacerlo... puedo esperar.

Tacho un viernes más en el calendario. Miro hacia atrás. Vaya, han pasado varias semanas. El arte de la espera lo comienzo a dominar.

El próximo viernes tendré un desenlace o una continuación.

Me matan las ganas de saberlo.

Necesito recordar cómo respirar.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar tu comentario! Te leeré así como tú me lees