Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
viernes, 28 de agosto de 2015
Fíjate en mí (9o. Parte) FINAL
Viernes de Relatos
Me contó la verdad.
Yo se la conté a Marisol.
Marisol se la contó a unos cuantos en el pasillo.
Sus amigos y otros no tan amigos asistieron a la fiesta de despedida que le organizaron los de su equipo. Resulta que se cambiaba de escuela porque sus papás se mudaban a provincia. Ni siquiera terminaría el ciclo escolar con nosotros. El trabajo de su papá era el motivo y por lo visto, no había otra forma de solucionarlo. Lo analizaron mucho, me confesó, pero no hubo otra manera de hacerlo.
Por eso no quería tener una relación con nadie. Porque sabía que tendría fin tarde o temprano. Por eso no quería besarme al principio, por eso no quiso verme más después. El problema es que no se necesitó mucho tiempo para que nos gustáramos y por más que quiso pelear contra el sentimiento, no pudo resistirse a las ganas de besarme.
La fiesta fue divertida. Por unas horas todos olvidamos que él se marcharía y sólo importó ese preciso momento. Bailamos, comimos y reímos. Hubiera querido quedarme hasta el final, pero no me dieron permiso en casa de quedarme tan tarde. Me despedí de él con un abrazo, con varios de sus amigos haciendo de testigos. Y nada... salí de su casa así nada más y me fui.
Mi último beso fue aquel de la biblioteca. Tal vez si le hubiera robado un beso en la fiesta, pero lo cierto es que no éramos novios, sólo amigos. Y con tantas personas ami alrededor me daba mucha pena. Marisol me regañó después por eso. Me dijo que debía haberle tomado de la mano, llevado a un rincón del patio o de la casa y ahí, donde nadie nos mirara, besarlo hasta hartarme. Pero no hice nada de eso, porque yo no soy tan hábil como Marisol.
Llegó el día en que se marchaba. Lo sabía bien porque me lo dijo. Estaría camino al aeropuerto a eso de las 10 de la mañana del sábado.
Y por primera vez hice lo que nunca hice.
Tomé prestado el coche de mis padres y conduje hasta su casa. El reloj avanzaba mientras yo hacia memoria de cómo llegar a su hogar. Traté de recordar los detalles de la ruta, pero es que ese día mis papás me llevaron a la fiesta y no tuve necesidad de preocuparme por el camino, sólo tuve que preocuparme por lucir linda y sonreír. Se me ocurrió buscar la invitación, la dirección y ponerla en el celular en el mapa de navegación. ¡Listo! Ya sabía cómo llegar. Esmerada en conducir y no chocar con los nervios que me carcomían, logré llegar a su casa. Inspeccioné los rastros de evidencia que me indicaran que él no se había marchado aún. Encontré un taxi esperando cargado de maletas. ¡Debía estar ahí!
Estacioné tan rápido como pude y corrí hasta la puerta. Su mamá iba saliendo de su casa y me miró con extrañeza. Atrás de ella le seguía su padre, quien me miró aún más inquieto cuando traté de explicarme. Jadeaba demasiado, por eso no me entendían. En eso, salió él, cargando la última maleta del viaje. Sus papás le miraron y entendieron que el asunto no era con ellos, así que avanzaron hasta el taxi y me dejaron a solas con su hijo. Bueno, no tan a solas, porque sólo se recorrieron unos pasos y nos miraron de cerca dizque haciéndose los disimulados.
- No podía dejarte ir así. Lo siento. No así. - y una lágrima se me escapó.
- Yo tampoco quería dejarte así, pero tampoco quería despedirme. Es muy duro para mí.
Nos abrazamos muy fuerte y acarició mi cabello. Nos miramos a los ojos y luego él miró a sus papás. Esta vez no me importó tener testigos... lo besé. Le dejé un profundo beso en los labios que él me correspondió. Volvimos a mirarnos y nos abrazamos por última vez.
De regreso a casa me sonreí con ternura. Tuve mi último beso y me sentí querida por él. No resultó ser el patán que todo sugería que fuera. En realidad era un buen chico, no me equivoqué. Y nuestra historia, aunque muy breve, duró para siempre.
FIN
**No te pierdas el próximo viernes una nueva historia en los "Viernes de Relatos"!!!!
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