Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Las despedidas
Es curioso que existan dos posturas; una tan válida una como la otra.
Hay quienes ante una despedida anunciada te sugieren que mejor te acostumbres desde antes para manejar aquello más fácilmente. No alimentarlo, quizás, con más intensidad si al fin y al cabo, se va a terminar. Por otro lado, hay quienes dicen que ante la despedida, vivas cada segundo y aproveches al máximo el tiempo que te resta. Algo así como no perder ni un instante mientras dure.
¿Qué será mejor? Intuyo que ambas duelen. No creo que ninguna te salve del dolor. Finalmente, eso es lo inevitable, ¿cierto? Y cualquiera de las dos posturas procuran hacerte más llevadera la despedida, que sencillamente significará desprendimiento y separación.
Las despedidas son así. Alguien se marcha y puede que jamás le vuelvas a ver, o puede ser que le sigas viendo, pero por una y otra razón ya no estará en tu vida. Es el desenlace de lo que fue sin vistas a vivir lo que pudo ser. Esa añoranza es la que no deja en paz. Por mucho que lo vivas intensamente mientras está ahí o por mucho que dosifiques la despedida para ir diluyendo el sentimiento, el hecho en sí es que debes soltar todas las ideas y planes que pudieron hacerse a futuro.
Las despedidas sí que duelen y son proporcionales al nivel de cercanía que tienes con la persona que se va. Y es que así resulta ser la vida. A veces están, a veces se van y esperanzadamente, algunas regresan, pero no siempre es así. Algunas se marchan por poco tiempo y otras por tanto, que mejor prefieres no pensarlo.
¿Y si no alcanzas a decir todo lo que querías decir? ¿Y si no haces todo lo que querías hacer? Vaya, no hay tiempo que dure si uno no se limita a lo esencial. ¿Qué es lo esencial? Descúbrelo y tenlo presente. Siempre. Para que cuando ocurra la despedida, no sea la tarea pendiente a realizar. Sino que lo esencial siempre esté ahí, explícito. Sentido y consciente. No tendrías que esperar a que llegue el desenlace para destaparlo. No, sería mejor no guardarlo nunca en un secreto.
Tal vez así despedirse no sería tan duro, aunque insistiré, que siempre va a doler.
La invitación de la semana: Que lo esencial en tus relaciones con los demás esté vivo y presente. Que no se espere a una despedida para aparecerse. Y en cuanto a qué postura tomar: elige tú. De igual forma, no te salvas del dolor. Pero es buena cosa, así te enteras de lo muy importante que fue para ti.
¡¡Que tengan un lindo inicio de semana!!
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