Viernes de Relatos
- Y se fue...
- Así es. Sin avisar. - dije desilusionada.
- ¿Entonces cómo te has enterado?
- Lo ha publicado en internet. Ya ves que para eso sirven esas cosas.
Las dos nos quedamos en silencio, contemplando la mesa a la que estábamos sentadas.
- ¿No se despidió? - me preguntó mi amiga incrédula.
- No - aseveré - no se despidió.
- Pero... ¡qué formas son esas de marcharse!
- No sé...
- Pero, espera - trató ella de explicarse la situación - ¿no se suponía que regresaba para quedarse? Es decir, ¿por qué se ha ido?
- Supongo que... - mi mente dio vueltas a miles de ideas. Tal vez había caído en cuenta de que me quería a mí y tenía que correr a decírselo a su novia para romper el compromiso. Tal vez había regresado sólo para despedirse de ella y decírselo a la cara. Tal vez...
- Tal vez ha decidido que su vida está allá, con esta mujer - explicó.
- ¿Crees? - pregunté desconcertada. Esa no era mi idea.
- Lo ignoro... lo que definitivamente es cierto, es lo raro que es esto. - meditó un momento y continuó. - ¿Y qué vas a hacer?
Suspiré profundamente. Pensar en la posibilidad de perderlo por segunda vez podía arrancarme algunas lágrimas.
¿Qué es lo que debo hacer?
Esa pregunta hizo eco en mi cabeza toda la noche.
¨**No te pierdas la continuación en el siguiente "Viernes de Relatos"
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