Frases

Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.


jueves, 19 de junio de 2014

Las señales


¡Dame una señal!

Me encanta cuando confiamos nuestros consejos al universo, esperando que éste nos ayude con su opinión a darnos cuenta de eso que en el fondo de nosotros mismos, ya sabemos. Queremos la complicidad de un poder más grande que nosotros mismos, una certeza en nuestra incertidumbre y un apoyo que confirme que nuestras sospechas están fundamentadas.

Usualmente les hacemos caso cuando nos favorecen, incluso cuando nos detienen. Es decir, cuando van de acuerdo a lo que pensamos, es más sencillo escucharlas, sea si nos dicen "para adelante" o si nos dicen "por ahí no es el camino".

Lo más genial ocurre cuando nos contradicen. Así es, ¿qué tal cuando nos dicen una cosa y nosotros queremos genuinamente lo contrario? Empiezan las contradicciones y confusiones. Entonces uno ejerce su poder, ese que desconocemos pero tenemos: el poder de hacer nuestra voluntad.

Cuando las señales te indican y refuerzan que deberías hacer algo y tú te empeñas en hacer lo contrario, aún cuando las has descifrado, te sientes un rebelde poderoso que confía más en sí mismo que en lo que dice el universo. Es una especie de empoderamiento curioso en el que tomas las riendas y te olvidas de las respuestas que te dieron las señales. Es como ir contra corriente en la confabulación del aparente plan para ti. Más allá del verdadero o ficticio poder de las señales, lo mejor ocurre cuando te niegas a hacerles caso aún tras haberlas solicitado. Algo sucede... ignorarlas y preferir confiar en ti te hace fuerte. (con una ligera dosis de tierna terquedad)

Ignoras el desenlace por un momento. No titubeas en cuestionar si está mal que no les prestes atención, cuando te empeñas en tu decisión, no te pueden hacer cambiar de opinión y dejas de creer que existan tales cosas. Sólo cuando verdaderamente crees en lo tuyo, no las escuchas e incluso te jactas de lo equivocadas que están.

No sé todavía qué pasa después de esto. No es que pidamos señales para cada paso que damos en nuestras vidas. Sólo para las que realmente importan. Así que nunca he llegado al final del camino en alguna situación en que haya decidido ignorarlas. Sólo sé que si has de pedir una señal, es porque vas a escucharla. Sino, mejor abstenerse. No vaya a ser que al final se rían de nosotros, ¿no?

Esto de las señales... a veces espero que se equivoquen y otras, espero que sean profetas. De cualquier modo, el que toma la decisión a fin de cuentas: eres tú.



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