Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
domingo, 29 de junio de 2014
Los sueños
Soñar, no como el acto de añorar, imaginar o desear, sino como aquel que ocurre mientras dormimos, es un misterio divertido.
Si buscamos una explicación científica, averiguaremos que los sueños son sólo un proceso de organización de nuestras ideas y actividades del día. Soñamos lo que hemos vivido y pensado, en una especie de vistazo al proceso en que buscan acomodarse estas imágenes en nuestro cerebro. Se revuelven un poco y parecen inverosímiles planteadas en el terreno de nuestra mente soñadora.
También podríamos buscarnos una explicación que nos dé un significado a los sueños que tenemos. Por ejemplo, se nos ocurre descifrar mensajes en ellos, que si sueñas con una boda, que si sueñas un funeral, que si sueñas un incendio o sueñas una muerte. Muchos significados para aquello que soñamos.
Sucede también que si no sueles recordar qué soñaste, todo lo anterior te importa poco, pues no participas de esto hasta que una mañana te ocurre que eres capaz de evocar una narración del sueño que tuviste la noche anterior.
Lo que definitivamente es curioso, es cuando sucede que sueñas lo mismo que otra persona. Me refiero a la misma forma idéntica en que el sueño se presenta a ambos.
A mí me ha pasado sólo dos veces en mi vida. Vaya, no se trata de que soñemos el mismo asunto en ocasiones diferentes bajo nuestra propia versión. No, no, ¡lo mismo! Como sueños gemelos o como un sueño compartido. Una especie de punto de encuentro que sucede por error o por casualidad. Este tipo de curiosidades sólo me han pasado dos veces.
Lo interesante es que para que esto suceda, no sólo tienes el reto de recordar los detalles de tu sueño, sino que tienes que, casualmente, contárselos a la persona indicada. Puede ser que tu sueño lo compartas o no. Usualmente sólo compartimos los que elegimos trascendentales. El siguiente reto es que caiga en oídos de la persona que también soñó igual y que ésta a su vez recuerde su sueño. Y por si fuera poco, existe otro reto a vencer, que es que la otra persona decida compartirlo a su vez. Sino, no te enterarás de que pasó.
Cuando estas variables se conjugan la diversión comienza y la inexplicable casualidad nos sorprende con admiración. Es tan genial cuando adviertes este tipo de sueños, que reconoces que no puedes explicar por qué sucedió. Aceptas sin más la posibilidad y la abrazas como un secreto, porque los sueños son sólo tuyos y el que alguien más hubiera estado conectado contigo en ese preciso instante es increíble.
Sólo dos veces me ha pasado así. Sueños idénticos e inconfundibles. Uno con ingredientes de ridiculez, que hicieron difícil que ambas lo compartiéramos y descubriéramos la coincidencia. Otro, con un escenario y acontecimiento que a él le hicieron ocultarme la coincidencia, y fue semanas después que me enteré de la noticia, cuando él quiso contármela.
¿Podrás recordar lo que sueñes esta noche? ¿Recuerdas lo que soñaste ayer?
Nos vemos entre sueños, nunca se sabe cuándo nos encontraremos por ahí sin querer.
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