Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
domingo, 22 de junio de 2014
Tienes que fracasar
Fracasar duele, desespera y te golpea fuerte en la cara. Es una caída que no esperabas. Te raspa y te saca sangre. Es una herida que inicia su proceso de sanación.
Naturalmente nuestro cuerpo está listo para caer porque sabe sanar por sí solo. Los raspones se curan, las torceduras se reparan, los huesos fracturados se componen y fortalecen. Estamos preparados para caer. Sin embargo, emocionalmente, nos cuesta más trabajo, pero en esencia, es la misma cosa, sólo que requiere de nuestra participación remendar las heridas emocionales que la caída nos provoca.
Esa reparación emocional nos reencuentra necesariamente con nosotros mismos. Nos pone frente al espejo para descubrir quiénes somos y qué queremos. Es un momento de reflexión en el que te percatas de que lo que quieres es más fuerte que el dolor que te provocó la caída, que posees dentro de ti todo lo que necesitas para continuar. Es echar un vistazo a la maleta que te fue entregada antes de iniciar este viaje y reorganizar lo que lleva dentro. Entonces lo entiendes, en ese ir y venir de tus cosas, tus talentos, tus debilidades, tus pasiones y aprendizajes, que hay elementos tuyos que no habías visto si no hubieras reabierto esa maleta. Sucede que sacas lo mejor que tienes ahí para levantarte y te transformas en una mejor versión de lo que eras ya. Porque en esas caídas, así como tus huesos se reparan más fuertes para no romperse tan fácilmente, así también tú te levantas más fuerte y con más impulso para llegar más lejos.
Si no fracasaras, no te darías cuenta de todo lo que eres y puedes ser. Las caídas te transforman y te mejoran. Te ponen a prueba y te exigen más. Si la vida no te exigiera, no lo darías. Si tú no te exigieras, no lo darías. Así funcionamos como seres humanos. Si no buscamos sacudirnos el polvo de la comodidad, no podríamos ir más lejos, porque disfrutamos estar donde estamos. Sólo cuando fracasas reafirmas que hay algo dentro de ti que te mueve, y ese motor que te hace levantarte, es el que se enciende para llevarte más allá. Si no lo enciendes con caídas, no avanzas. Es un propulsor que sólo se alimenta de tus ganas de perseverar.
El éxito lo alcanzan los que se caen y siguen adelante. Nadie ha alcanzado el éxito sin haberse caído antes. Por ello, si lo quieres en tu vida es cosechar éxitos grandiosos... tienes que caerte grandiosamente. De la medida que es tu caída, en esa medida es tu levantada. Así que no temas fracasar, es el primer paso de hacer algo que los demás no hacen, y por ende, será cultivar los logros que los demás no alcanzan.
Tú decide qué tan lejos quieres llegar, dónde está tu límite. Y fracasa... fracasa muchas veces. Levantarte será crecimiento para ti y la satisfacción de la felicidad de hacer todo lo que quieras. Porque está en tus manos.
Tú decides.
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