Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
lunes, 12 de mayo de 2014
La brecha generacional
Son curiosos los hechos que te recuerdan que perteneces a otra generación. Adivino que estas diferencias han estado presentes en todas las épocas. Hay algo que diferencia el que tú tengas una edad y alguien tenga otra. Hace algunos años, el uso del pantalón en las mujeres podía ser ese diferenciador. El uso cotidiano de los pantalones de mezclilla también son otro ejemplo. Claro que hay hechos más trascendentales que marcan la transición de las generaciones, pero hay otros detalles que son visibles sólo si te percatas de ellos y se te presentan a la cara. Entonces dices: "Es otra generación".
La comunicación laboral te comparte una de esas diferencias generacionales. ¿Les ha sucedido que los jóvenes recién egresados en su mayoría son amantes de los correos electrónicos cuando se trata de contactar a otros? Prefieren escribir a ponerse en contacto vía telefónica. Mientras que los mayores, que han usado el teléfono para comunicarse prefieren hacerlo de viva voz. Para los más jóvenes, hay personas con las que simplemente no esperas hablar ni escucharlas. Mandas un correo y con eso te comunicas. Simple, fácil y asíncrono, entonces te quitas la imprudencia de interrumpir. Por otro lado, el teléfono te da la certeza en la recepción del mensaje, te permite evaluar la efectividad de lo que has dicho en los tonos y las pausas que usa tu interlocutor. Es más cercano, cálido y rápido. Sin embargo, es cuestión de generaciones. Aunque haya algunos que se adaptan, en una mayoría puedes apreciar esta tendencia. Por eso es tan relevante difundir todos tus datos de contacto: electrónicos y telefónicos. Al momento de pedir informes, nunca sabes a qué generación pertenece el que te quiere contactar.
Prestarse para la toma de una fotografía parece también un asunto generacional. Cuando la fotografía no era tan inmediata y ni tan accesible como hoy, las personas podían darse el lujo de evitarlas. No era parte de sus vidas. Me pregunto si los más jóvenes podrían vivir si les arrebatáramos la posibilidad de tomar fotografías. Ellos comunican sus vidas a través de las imágenes e importa tanto el mensaje, que no les preocupa cómo han salido en la foto. Hacen gestos poco favorables y no pierden horas en el salón de belleza para lucir apropiados para posar ante una cámara. Lo importante es obtener la foto. Para otras generaciones, la fotografía es un asunto de técnica y planeación. No saltan a la situación embarazosa con una cámara en mano. El criterio para hacer una fotografía varía y se la piensan más antes de salir en una.
Es curioso percatarse de esos asuntos pequeños en los que diferenciamos una generación de otra. Ejemplos así hay varios y en toda la historia te los has de encontrar. Es la evidencia que tenemos de que el mundo está en constante cambio, y que en definitiva, la única cosa que no va cambiar: es que siempre va a cambiar.
Así es el mundo. Así que fluye y diviértete descubriendo el fragmento histórico que te ha tocado vivir.
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