Frases
Vive cada día de manera tal, que siempre tengas algo interesante que contar --- Lourdes Glez.
sábado, 31 de mayo de 2014
Corazón latosito
Cuando te emociona ver a alguien suceden cosas en tu interior.
Se enciende una sensación en tu pecho que se contagia a todo tu cuerpo. Tu corazón late deprisa, pero sin los efectos secundarios de una taquicardia incontrolable. Se agita, pero no sientes desmayarte. Tu respiración se apresura, pero el aire es suficiente, no sientes asfixia. Lo que se genera dentro de ti es agradable, te brillan los ojos y sonríes tontamente.
No te hacen falta grandes motivos para estar feliz. Te basta uno sólo: ver a ese alguien. Incluso la espera se vuelve tierna y tolerable. Aunque mueres por apresurar el tiempo, disfrutas los segundos que cuentas para poder verlo. La esperanza y la ilusión te mantienen un poquito cuerda. No lo padeces, sabes que habrá una recompensa.
Sentir esa emoción es invaluable. Sucede pocas veces. Es tener fe en el futuro cercano, pues bien podría fracturarse la idea. Todo puede ocurrir, desde que te cancelen de último minuto hasta una emergencia mayor. Sin embargo, esa ansiedad parece disfrutarse y añadirle sabor al encuentro. Sería ideal mantenerse en paz para ello sin expectativa de nada, pero cuando la emoción de sobre pasa, requiere maestría dominarla.
Te aventuras y apuestas a que tendrá un final feliz. Añoras que así sea y te permites entusiasmarte más de la cuenta. Incluso puede que suspires...
¡Qué emoción por ver a alguien!
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