¿Quieres saber qué proyectas al mundo? Prueba tratando a un perro
Me gusta la idea que promueve César Millán de convertirte en el líder de la manada. Pretende que nosotros seamos capaces de inspirar a que nos sigan. La dinámica en la naturaleza es que no se le sigue a cualquiera. En una manada, alguien ejerce la autoridad y se la ha ganado previamente. El líder representa saberes, confianza, certeza y asertividad en la comunicación de las decisiones para enfrentar los peligros. Sus criterios se basan en el bien común y cuida de los que están bajo su responsabilidad. Esta idea de líder es la que gusta contagiarnos para manejarnos en una relación con nuestras mascotas caninas. Si quieres que te hagan caso, conviértete en su líder.
El ejercicio de pararte de frente a tu perro es ideal para ejercitarte en el liderazgo. Así como te manejas con un animalito doméstico, te manejas con varios de los asuntos de tu vida. (no sé a bien si funcione con toda clase de animales, pero el ejemplo más próximo que tenemos de uno que vive en manada es el perro) Basta con ponerle más atención a esta cotidianeidad para dimensionar su trascendencia. Si estás de malas, enojado o frustrado y le das una orden a tu perro hará caso omiso de tus palabras. Lo mismo sucederá si no hablas fuerte y lo pides a partir del miedo y la inseguridad. ¿Por qué? Simple... ¿quién en su sano juicio obedece a alguien que te grita o reacciona furioso o que duda de sus propias palabras? Lo que te pide no es de fiar y su modo no es precisamente el que te inspire a hacerlo. Definitivamente no obedecería a menos que me sienta amedrentada por el ataque físico, coaccionada y sin la posibilidad de elegirlo por mí misma. Así los perros. Si los pateas, les pegas o los amenazas con gritos hasta hacerlos sentir poca cosa, podrá ser que en defensa propia opten por seguir tus indicaciones. Sin embargo, así como a una persona ese tipo de trato le afectaría en su desarrollo emocional, también la relación que mantienes con tu mascota y las personas se resquebrajaría.
¿Cómo le hacemos entonces? Lo que he estudiado en mi experiencia, es que definitivamente los perros con sus travesuras y forma de ser tan sencilla ponen a prueba tu estado de ánimo. Si traes alguna especie de conflicto mal manejado, indecisión y ansiedad, será fácil que estalles en crisis cuando éstos han hecho lo que sea que no vaya de acuerdo al orden elemental del hogar. Que si se te acercan de más, que si brincan sobre el sillón, que si te rozan el pantalón y te llenan de pelos... lo que sea que te moleste, te fastidiará fácilmente. ¿Por qué? Porque no estás en calma y tranquilo. Veamos, cuando uno no está en paz con uno mismo, es sencillo que cualquier comentario, saludo o pregunta que nos haga un amigo, familiar o desconocido nos ponga de malas. Aprietan el botón rojo de emergencia y todos tienen que evacuar para salvar sus vidas de tus ataques atroces. Si por el contrario, mantuvieras la calma, un estado de relajación y paz, la adversidad la tomarías con mejores ojos, produciendo una respuesta asertiva y calmada ante el conflicto. Si hoy tus mascotas huyen de ti y parecen no escucharte: cuidado, el problema no está en ellas... Haz un repaso primero de cómo estás tú.
Las mascotas reflejarán tu estado de ánimo en su obediencia hacia ti. Si estás sereno, te procurarán. Si eres firme (no gritos disimulados), con una postura clara, sin titubeos, tono directo y respiración adecuada, tendrás su atención. En ese momento ocurrirá la magia: harás contacto con tu mascota. Si hicieras lo mismo con las personas a tu alrededor, comunicarte con ellas sería igual de sencillo. No tienes por qué esperar que a gritos se resuelvan los malentendidos y conflictos. Sólo se trata de conectar con los que te rodean, y a través de ese lazo emocional que generas, transmitir tu mensaje. Si eres firme, calmado y con una presencia que domina el escenario, no habrá necesidad de cuestionarte, porque te convertirás en un líder al cual se escucha. Lo importante es inspirar, no ser un dictador. Si buscas salvaguardar tu relación con las personas y el mundo que te rodea, esta propuesta es una solución efectiva. Si quieres un termómetro honesto de lo que proyectas, busca a tu perro. Las personas no suelen ser tan honestas en este sentido. A veces dejamos que los puestos jerárquicos de la casa, el trabajo y la sociedad pesen más. El instinto animal es puro y ellos serán sinceros en lo que sienten con respecto a lo que les representas en el momento. No tienen nada qué perder... simplemente son. Los humanos complicamos más las interacciones.
Así que si buscas cómo disminuir el caos que se genera en tu interior, toma estos consejos. Tómate unos minutos para respirar adecuadamente, no busques la fuerza y los gritos como solución. Amedrentar y basar tu autoridad en la tiranía desgasta emocionalmente a los demás y sobre todo a ti mismo. No te quedes con emociones que pudren tu alma, mejor aliméntala con emociones positivas que surgen del contacto y la empatía. El buen entendimiento surge de mirar con los ojos del otro, escuchar con sus oídos, respetar y comprender lo que siente. Ten paciencia y practica con tus mascotas. No te desesperes y hazlo hasta lograrlo, aunque al inicio no sea fácil.
Conviértete en el líder de tu mascota - advierto de antemano a aquellos cuya mascota es en extremo nerviosa o dispersa, el reto será mayor, pero no imposible - Ánimo y como dicen: la práctica hace al maestro. Así que no pierdas tiempo y practica.
Un día lo dominarás y notarás la diferencia en tu vida: será mejor.
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